Ah, además las papas fritas por supuesto no vienen acompañadas de salsa de tomate pero te pueden dar (con un costo) un platito con salsa bernesa. Delicioso, vale la pena pagar el costo extra.

Mis experiencias en este restuarante hasta ahora han sido fabulosas. Cerró con un toque lindo la noche, el que la Chef pasara por las mesas saludando a los comensales y preguntara cómo nos pareció la comida. Luego nos quedamos platicando y mi mamá le pudo hacer preguntas sobre algunos términos que escuchó en un canal gourmet (están en francés) y no entendía qué significaban. Sumamente accesible y orgullosa de sus platillos. Creo que te demuestra que cuando alguien se siente segura que está haciendo algo bien, no tiene reparos de salir a saludarte y preguntar si te gusta lo que te preparó.
De nuevo mi apreciación es que la comida vale lo que pagas por ella, cosa que es tan difícil encontrar hoy en día en el ambiente de restaurantes en la ciudad. Así que me animo a recomendarlo para el cuchubal, el almuerzo de los viernes o una reunión en un lugar que nos quede cerca a todos para después de la oficina!